Mi fin de semana empezó como la callampa. De una manera extraña.
No empezó típicamente mal, por así decir: "Me resfrié el Viernes y me cagó todo el fin de semana" No. Fueron cosas pequeñas, discretas, little piedrecitas on the way que sin darme cuenta, me dejaron un humor como el hoyo y termine maltratando a todo el mundo, porque sí, lo hago y no se como mis amigos aun no me mandan como la perra Laika solo al espacio. Supongo que me quieren.
Todo empezó con mi hermanita, linda ella, siempre me pide favores a cambio de cosas que porsupuesto mi presupuesto de estudiante no me permite adquirir entonces no tengo otra opción más que decir que sí, aunque por dentro me dan ganas de decirle: "Y vo' crei que no tengo ná que hacer? Pero mi hermana tiene tolerancia cero, si me quejo el favor se cancela y me quedo sin el anhelado premio.
Resulta que el premio en cuestión era una entrada al musical CATS, y como en mi familia parece padecer de una mutación genética donde el gen de ser buena onda se reemplazó por un irremediable, desmedido e incomprensible amor a los gatos, era un premio difícil de rechazar fuese el favor más pajero del mundo. AH! y el amor por los gatos es de antes que los hipster y los memes y todas estas tonteras modernas, es GENUINO (quizás decir que es antes de los hipsters, "before it was cool" me hace even hipsterer.... quién sabe)
El favor era ir a buscar una "cajita" a un "par de cuadras" del fancy departamento de Pepita, porque mi hermanita no va a vivir en un lugar que no este IN, y llevarlo a su casa ya que ella está cansada y tiene pega y está embarazada (de media hora) y bla bla bla.
Accedí a hacerlo el Viernes después de clases y desde aquí en adelante caí en desgracia, ya que si bien pensé que la maldición de perder teléfonos móviles, a la cual me referí en el post pasado, ya era terrible, esto ya fue una mala suerte desmedida.
A continuación procederé a NOMBRAR todo lo que sucedió:
- La "cajita" resultó ser un parlante de un metro de alto, en una caja aún más grande y el "par de cuadras" por un acto de magia se transformaron en nueve.
El contenido de la "cajita", imaginen un paralelepípedo que envuelve este ingenioso artefacto de la tecnología. Dimensiones aproximadas del embalaje: 150x30x30 cms.
- El lugar donde había que ir a buscar la "cajita" que era el regalito para el marido era una OFICINA y como dije anteriormente mi hermana es muy IN, asi que no era una oficina de muebles de melamina y alfombra con manchas de fluidos sospechosos, NO SEÑORES. Una oficina de aluminio y cristal donde no puedes acceder sin código de seguridad. Donde en el botón para pedir el ascensor hay un teclado con números y tu marcas el piso donde vas y TE DESIGNAN un ascensor que especialmente te llevará donde quieres ir, previa autorización del conserje que también es lais y seguro estudió en el Verbo.
- Tras pasar por todos los controles, a pesar de mi tenida que no me ayudaba, (TENIDA CLÍNICA, es decir un insulso uniforme blanco con mi nombre bordado, polerón tipo hoodie azul con pelusas y mochila Jansport negra, mientras la gente desfilaba sus ropas de oficina Armani o marcas similares por los espléndidos pisos de porcelanato) logre llegar al lugar que era un buffete de abogados y SORPRESA, otro control de seguridad.
- Tras pasar el segundo control de seguridad me encontré con la "cajita" y la secre me dice con esa complicidad que sólo tienen ellas: "Yo te ayudo a dejarla al auto" JAJA LA DURA? Pequeña paloma de la paz, no vengo en auto, tan sólo soy un pobre estudiante de Odontología que no tiene 95 lucas para pagarse la entrada a CATS y debe hacer esto. (Si piensan que mi hermana me está regalando una entrada de 95 lucas por hacer esto y soy un malagrecido, se equivocan, la entrada SE LA REGALARON) Tras la cara de horror de Ivonne, la secretaria, procedió a confeccionar una manilla de cinta de embalaje CAFÉ.
- Me paseaba por Isidora Goyenechea con tenida clínica y polerón puesto, sudando, acarreando un parlante con una manilla hecha de cinta de embalaje café. Los flaites que salen del "mol" con el plasma de 50 pulgadas eran definitivamente unos príncipes asturianos a mi lado. Toda la gente que reía con sus dientes blanqueados (o con carillas) envueltos en las más finas sedas de Oriente y almorzando "al fresco-u" se horrorizaban ante este burro de carga que llevaba un artefacto seguramente robado.
- Un taxista me grita: "PÓNTELO EN EL HOMBRO, AHUEONAO". Error el pensar que mi situación no podía ser peor, si podía, sólo faltaba la humillación pública. Miré al taxista con cara de: Dah, obvio que la manilla es súper comoda, hasta que doblé la esquina y me lo puse al hombro, y tenía RAZÓN, se lleva al hombro y soy un ahueonao.
- Una vez llegado al destino y con la peregrina esperanza de que mi hermana había cocinado algo rico para agradecerme la titánica tarea, me entero que su comidita la tuvo que botar porque sus tomates orgánicos que usó para las lentejas, estaban malos (Les dije que era muy IN, tan IN que las frutas están libres por la casa y no atrapadas en un refrigerador, por lo tanto, SE PUDREN). Me ofreció un sándwich, lo rechacé y me fuí a mi casa, llamé a mi Mamá para decirle que iba a almorzar.
- Llegue a mi casa y habían almorzado... Si, habían almorzado y no me esperaron. Tras recoger los fragmentos de mi corazón, comí, y cuando procedí a "reposar" (probablemente una siesta de 3 horas) me acorde que TENÍA HORA AL DENTISTA. EN 20 MINUTOS.
- Llegue al dentista y me apretaron los frenillos (Los tengo por dentro, lo cual fue la decisión más dolorosa de mi vida), eso me significaba un fin de semana lleno de dolor e imposibilitado de comer los manjares que abundan en este planeta y que son la sazón de la vida.
- Fui al Parque Arauco a comprar una agenda de regalo para el cumpleaños del día siguiente Y NO QUEDABAN. Yo no sabía que adquirir agendas en Marzo es "una locura", y todos los dependientes de las tiendas se encargaron de enseñarme al respecto. "Agendas? A estas alturas" "Buscas agendas?, No quedan" "Agendas del 2014 dices tú?" EL QUIERE AGENDAS, A LA HOGUERA. Me fui con las manos vacías y manejando como el hoyo.
- Madre me llama para pedirme que pase a comprar unos alfajores "Al lado del parque arauco". En Vitacura con Padre Hurtado a las 18.30 pm. TACO Y SUICIDIO SEGURO. Me demoré 50 minutos en llegar y no encontré estacionamiento, me estacioné a 3 cuadras y cuando llegué a dicha pastelería (Alfajores que no iba a poder comer) la máquina de Redbank estaba mala, por lo que tuve que devolver las cuadras que había caminado con las últimas gotas de mi paciencia para sacar plata y PAGAR. Porque llegar sin los alfajores no era opción.
- Llegue a mi casa y mi Papá echando chuchás porque no sabía "que había dicho el técnico que vino a arreglar el agua caliente" NO-ESTABA-EN-LA-CASA, pero al parecer no estar en la casa cuando viene el gásfiter es digno de ser desheredado, quitarme el apellido y lanzar mi página de la libreta de familia a las llamas, porque su reacción de furia desmedida al respecto fue francamente imposible de entender.
- Fuimos al cumpleaños de mi cuñado donde no pude comer ninguna hueá, y no, no es que me haya perdido de comer chéster ni ramitas, porque mi hermana (que es muy IN) había hecho bagels con salmón y queso crema, crostinis de jamón serrano y salsa de rúcula, pulpo a la oliva, crudo, carpaccio y un montón de weas que no podía comer, Y YO SABÍA QUE NO PODÍA pero lo intenté igual y me quedaron doliendo los dientes toda-la-puta-noche y yo iba a salir a la casa del guatón después.
- Llegué a la casa de guatón sin trago y todos andaban cortos así que me conseguí Ron Blanco con Nordic, wea que nunca tomo y me serví un vaso. Estaba una chiquilla en la cual tengo interés que no me dió bola y yo tampoco a ella porque estaba de mal humor y seguro iba a ser un plomo con ella. Tal fue mi grado de ignorarla que me llamó a su lado y me senté con ella a conversar. A los 3 minutos un amigo se iba y me podía llevar así que me fuí jaja, dejando a la chiquilla parando el dedo.
Ese fue el fin de un largo peregrinaje, un día que no fue malo en sentido que no me partí el brazo derecho, pero todas esas pequeñas cosas culiás te hacen perder las reservas de simpatía, y si son escasas como las mías, los resultados son desastrosos.
Lo otro es, tengo una duda
Existe realmente el bailar bien y el bailar mal, o sólo es bailar.
Esa es la pregunta.